Introducción
Durante todos estos años de entrenamiento, mi tsuba ha pasado de shinai en shinai. Estamos acostumbrados a que los shinais se estropeen y, a pesar de todos los intentos por arreglaros, tarde o temprano hay que cambiarlo por uno nuevo. Es por tanto la tsuba, el elemento personalizado que queda como constante durante todos los largos años de entrenamiento.
Mi sorpresa fue, cuando después de varios años como kendoka, unas grietas aparecieron en mi tsuba. Grietas que se fueron extendiendo hasta partirla por la mitad. El plástico (policarbonato) que la recubre por ambas caras se ha roto, haciendo que pierda la rigidez característica de esta herramienta y que ya no sea efectiva a la hora de proteger mis manos.
Ha llegado el momento de cambiarla por una nueva. Aunque la opción obvia es buscar uno de los numerosos sitios de Internet para comprar una con los típicos diseños que ya hemos visto todos, esta vez he querido ir algo más lejos e intentar crear una yo mismo. A diferencia de otros elementos utilizados en kendo, una tsuba está compuesta por materiales que podemos encontrar fácilmente en España, por lo que hacer una tsuba es factible si nos lo proponemos.
Elección del diseño
El primer paso y probablemente el más divertido, es la elección de un diseño propio. La ventaja de crear una tsuba artesanalmente es que podemos hacer cualquier diseño que imaginemos. No es necesario tener grandes conocimientos de diseño digital ni gastarse una gran cantidad de dinero en un software, sino solamente un poco de tiempo e imaginación para crear lo que queramos. Yo para mis diseños he escogido el uso del Inkscape, que es gratuito y permite fácilmente hacer un dibujo vectorial que después pueda llevar a una imprenta. Podéis usar cualquier software de diseño de imágenes, vectorial o no, e incluso podéis únicamente poner un texto. Esto ya queda a gusto de cada uno.
En mi caso, el primer intento consiste en la imitación de la tsuba dañada. Para ello, siguiendo las medidas mostradas aquí, he creado una imagen algo parecida pero con un toque algo más personal.
He añadido un borde verde a los dibujos para resaltarlos y he marcado el interior con un difuminado también verde para lo que después será el agujero donde se introducirá el shinai.
Una vez ya se tiene experiencia con el software de diseño, podemos hacer cualquier otro tipo de diseño. Por ejemplo podemos integrar un poco el logotipo del club al que pertenezcamos:
En el que tenemos una tsuba “corporativa” bastante fácil de hacer y que puede dar un buen resultado en nuestro entrenamiento.
Impresión y cortado
Podéis hacer uno o más diseños. Dado que normalmente las imprentas cobran por hojas, en una DIN A4 caben seis tsubas perfectamente. Esto abaratará los costes siempre y cuando necesites más de una tsuba.
Dado que el dibujo va a ser la parte de unión de los dos discos de policarbonato, una impresión en papel es posible que sea demasiado débil y se rompa. Por tanto, mi propuesta es comprar un retal de cuero blanco en una peletería (tamaño folio, tiene un coste aproximado de 2€, aunque depende de la disponibilidad). El cuero es lo suficientemente rígido y resistente para nuestro propósito.
Una vez tengamos el trozo de cuero blanco, podemos llevar nuestros diseño a una copistería. Dado que no usamos papel, la técnica de impresión recomendada es la llamada por transfer. Esta técnica es la que normalmente se utiliza para imprimir camisetas. En mi caso, el coste es de unos 6€ por un DIN A4. Buscad un trozo de cuero que no sea demasiado velludo, ya que el transfer aplica calor y derrite cualquier parte del cuero que no sea completamente lisa.
Una vez tenemos nuestros diseños impresos, evidentemente queda recortarlos. Para ello lo más simple es usar un cutter. Apoyado en una tabla de madera, se pueden cortar el círculo exterior e interior de una forma fácil. Recomiendo usar una vieja tsuba para dibujar el límite exterior e interior y así facilitar el proceso.
El mismo proceso podemos repetirlo para todos nuestros diseño. Quedando un conjunto de discos de cuero del mismo tamaño que la tsuba.
Trabajando el policarbonato
Las piezas que faltan por hacer son los dos discos de policarbonato. Una plancha de policarbonato de 1×1 metro cuesta alrededor de 1€ lo que es muy económico. Como evidentemente estos discos no los podemos cortar en casa debido a su alta resistencia y a la falta de herramientas adecuadas, recomiendo directamente encargar el corte a un fabricante. Esto encarecerá el disco notablemente, pero en mi caso no tengo muchas más opciones.
En España, hay numerosas empresas que trabajan plásticos y por tanto trabajan también el policarbonato. Muchas de ellas aceptan envíos a casa, por lo que son una buena opción. Recomiendo comparar precios entre las distintas empresas, ya que en mi experiencia el precio ha variado entre los 4-28€/disco por el mismo producto. Evidentemente, he escogido el más barato, ya que necesitamos dos discos por tsuba.
A pesar de contar con las herramientas adecuadas, los cortes en fábrica no son especialmente precisos. Además deja ángulos rectos bastante afilados que pueden dañar el shinai o el dedo de tu oponente, por lo que el principal trabajo que hay que hacer es lijar los bordes y suavizarlos. Hay que lijar principalmente el lado exterior de la tsuba, pero también recomiendo lijar un poco el interior para que no dañe el shinai.
Para el lijado he utilizado principalmente una pequeña lima de metal que puedes encontrar en cualquier ferretería o tienda de modelismo. Con un poco de paciencia se pueden obtener buenos resultados. Otra opción es comprar una broca lijadora para un taladro y así acelerar el proceso. O unas muelas de piedra para taladro y así poder repasar el lijado manual hecho anteriormente.
Estas muelas de piedra están disponibles en la mayoría de chinos y por unos 2€ tienes un juego completo. Yo recomiendo su compra ya que por 2€ te mejora bastante el acabado final de la tsuba.
Por último, se puede utilizar papel de lija para suavizar aún más los bordes y que quede un trabajo perfecto.
Finalmente tendremos dos discos preparados para cada uno de nuestros diseños.
Pegado de los elementos
Por último queda pegar los elementos entre sí. Existen varios pegamentos en el mercado para ello. Yo he escogido un pegamento basado en epoxi. Este pegamento viene en dos tubos separados que tienes que mezclar, dando como resultado un pegamento bastante resistente. Puedes escoger este pegamento o cualquier otro, pero en todo caso yo evitaría los pegamentos que cristalizan demasiado (como el cianocrilato) ya que una tsuba va a recibir algunos golpes secos que pueden quebrar este tipo de pegamento.
Al pegar, se generoso con la cantidad de pegamento que utilizas. Pero ten cuidado, ya que si has puesto mucho pegamento. Este rebosará por los laterales, por lo que ponlo en una superficie que esté protegida o se manchará.
Por el contrario, si apuras mucho la cantidad de pegamento utilizado, es más fácil que aparezcan bolsas de aires en su interior. Estas bolsas de aire generan brillos que afean el resultado final de la tsuba, por lo que recomiendo evitarlas. Para ello, arrastra después de pegar hacia los bordes uno de tus dedos mientras haces presión sobre el cuero con este. Así moverás el aire hacia el exterior antes de que el pegamento se seque por completo.
Una vez pegado y cuando el pegamento ya está seco, recomiendo volver a lijar los extremos para evitar cualquier rebaba o trozo de cuero que sobresalga del policarbonato, dando así una imagen de unidad en toda la tsuba.
En la imagen anterior se puede observar como el cuero sobresale por algunos lados. Esto no resulta muy estético. Con el lijado, esto se soluciona fácilmente. Por tanto, lija una vez más los bordes de la tsuba con papel de lija o las muelas de piedra utilizadas anteriormente.
En el caso de que con el pegamento hayamos manchado el plástico, deberemos usar un disolvente para poder limpiarlo. Recuerda que no puedes utilizar acetona pura, o el policarbonato se estropeará.
Resultado final
Al acabar, tras unos 10€ de inversión por tsuba y algunas horas de trabajo, tenemos un conjunto de tsubas completamente únicas, personalizadas y especiales.
Esto puede ser un toque de distinción en tu material o un buen regalo para un buen amigo que practique el arte del kendo. Como por ejemplo, las tsubas entregadas como conmemoración del intercambio de la Universida de Valencia con la Universidad de Waseda.